La iniciativa, que fue presentada por el diputado Sebastián Álvarez, busca ayudar a todas las empresas de la industria turística que hoy luchan por sobrevivir.
El turismo ha sido uno de los rubros más golpeados por la crisis sanitaria que provocó el covid-19. Las restricciones que se aplicaron para combatir la pandemia han significado una interrupción abrupta en el desarrollo de este sector, con 300 mil trabajadores desvinculados y el 95% de la industria paralizada. En Magallanes, por ejemplo, se estima que el Parque Nacional Torres del Paine reciba durante su temporada alta 2020-2021 apenas un 20% de la demanda en relación a la temporada anterior.
Considerando este complejo escenario, el diputado Sebastián Álvarez presentó un proyecto que tiene como objetivo ayudar a las empresas de esta área a reducir el impacto de la pandemia. Esta “Ley de Rescate al Turismo” implicaría, entre otras cosas, el rediseño de créditos covid-19; la reducción del IVA para todo el turismo nacional durante 24 meses desde la reactivación y planes de devolución de IVA para turistas extranjeros; y un presupuesto de promoción para el turismo nacional e internacional de entre 10 y 40 millones de dólares anuales -respectivamente- por hasta tres años.
El proyecto de resolución ya fue ampliamente aprobado por la Cámara de Diputados, por lo que el siguiente paso es que el Gobierno lo patrocine y envíe un Proyecto de Ley al Congreso. Por este motivo, diversos gremios en Magallanes se unieron para explicar la urgencia que tiene esta propuesta en un periodo que definen como de “agonía del turismo”.
La gerente de la Asociación de Hoteles y Servicios Turísticos de Torres del Paine, Andrea Tellez, destacó la importancia de este rubro: “El turismo representa un 9,5% del PIB de la región, por eso nos hemos unido para apoyar este proyecto que necesitamos con urgencia”. En ese sentido, el presidente de Austrochile, Eduardo Camelio, recordó que en Magallanes “la temporada es marcadamente estacional, por lo que la situación es crítica. Definitivamente no vamos a tener ingresos hasta la temporada 2021-2022, si logramos sobrevivir, las fronteras permanecen cerradas y los cordones sanitarios impiden el ingreso de turistas, estamos conteniendo la respiración”. En tanto, la presidenta de la Cámara de Turismo de Última Esperanza, Pilar Irribarra, añadió que “mucha gente está quedando sin empleo, los hoteles, agencias de viajes, guías, transportistas y servicios asociados no pueden funcionar, tampoco los restaurantes y el comercio, o sea, hay una cadena de valor que está siendo perjudicada y, si no se entiende la real envergadura del problema, muchas empresas van a desaparecer”.
Fotografía: @rodrigobustamante