“No hay plazo que no se cumpla…” así se inicia el popular dicho. Y ahora estamos a solo 25 días de las elecciones presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales.
Durante la semana pasada, tuve la oportunidad de exponer en la columna de opinión, información que evidencia la falta de compromiso del Estado de Chile, para con sus Áreas Silvestres Protegidas.
Hoy, deseo contarles respecto a otra temática, con alcance más local. Esta es el concepto de diversificación de la oferta turística.
Se debe entender este concepto como la generación de nuevos productos turísticos que permitan un rápido y eficaz encadenamiento con los servicios turísticos que se ofrecen en la actualidad, cumpliendo con las necesidades y expectativas de los turistas.
Tal como ha sido mencionado por CONAF, en los próximos 3 a 5 años, se comenzarán a implementar restricciones al acceso a los senderos de montaña del Parque Nacional Torres del Paine. Una medida de administración valida, que debe ser implementada una vez se mejoren los procesos de gestión dentro del Parque, y se invierta en mayor infraestructura; ambos para minimizar el impacto del turismo y/o generar una mejor experiencia al visitante.
Pues bien, como actores de este destino debemos hacernos cargo de las decisiones que se tomas respecto al mismo. Por ello, debemos generar las condiciones adecuadas para que en el momento de restringir el acceso a senderos, ya estén posicionadas nuevas ofertas turísticas que puedan ser ofrecidas a los mismos turistas que soñaron con visitar Torres del Paine como destino “ancla”. Es decir, es necesario generar herramientas para facilitar y apoyar el emprendimiento turístico, pero fundamentalmente en sectores aledaños a este destino; me refiero a la comuna de Torres del Paine y en la Provincia de Ultima Esperanza.
Esto ya está ocurriendo: jóvenes emprendedores ya están generando nuevos productos turísticos en las cercanías de Torres del Paine. Sin embargo, se encuentran inmersos en el “karma” de este destino, que se cree está muy bien posicionado, por lo que se rehúsa a invertir más fondos para su promoción.
Nada más alejado de la verdad, ya que es necesario mayor financiamiento para un rápido posicionamiento de estas nuevas empresas en el imaginario turístico y así convertirse en una real posibilidad de oferta para los visitantes; que compita con servicios turísticos más tradicionales y/o que se traduzca en un aumento de los días de estadía del turista.
Otro aspecto a considerar es que la diversificación también aplica a la estacionalidad turística. Impulsar actividades turísticas durante el invierno en la Provincia de Ultima Esperanza también es diversificación, ya que a pesar de que los productos pueden ser muy similares a los que se realizan durante la temporada estival, las condiciones y logística son diferentes; y además, los segmentos de clientes también lo son, debiendo competir con otros destinos turísticos, y por ende, otros canales de comercialización. Esto también requiere de promoción turística para su rápido posicionamiento, permitiendo que el turista tenga la opción de visitar la Provincia en su periodo habitual de vacaciones y no en contratemporada como lo realiza actualmente en Torres del Paine. De esta forma, es posible que la presión turística de los meses peak, disminuya y se transfiera a invierno.
A apoyar el emprendimiento y diversificación turística en la Provincia es la premisa.
Víctor Fernández Salinas
Gerente de la Asociación Gremial de Hoteles y Servicios Turísticos de Torres del Paine (HYST)