Como Asociación de Hoteles y Servicios Turísticos de Torres del Paine (HYST) seguimos en búsqueda de estrategias que nos ayuden a combatir las consecuencias que ha dejado – y probablemente seguirá dejando- en la industria turística el brote de Covid-19. En esa línea, realizamos una reunión en la que analizamos los avances que se han conseguido, las expectativas de los socios frente a la próxima temporada y las acciones concretas que podrían ayudar a disminuir las problemáticas del sector frente a esta crisis sanitaria.
Expectativas para la nueva temporada
Toda la industria turística está consciente que, debido al contexto que estamos viviendo, la próxima temporada será muy distinta a las anteriores. En este momento -en que la pandemia todavía no ha sido controlada dentro del país- seguimos viendo como incierta la futura temporada, sobre todo si no vemos fechas concretas de reactivación.
A través de una encuesta realizada en la misma reunión, se vieron posibles escenarios frente a lo que será la próxima temporada. En promedio, el escenario más probable estima la llegada de 50% menos de turistas que la temporada anterior, lo cual concuerda con las cifras estimadas de la Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur). Lo anterior, se plantea considerando que las fronteras se abran y no solo el turismo nacional viaje, sino que también tengamos algo de tráfico internacional. Por el lado optimista, si las cosas mejoran, podríamos esperar un 70% de volumen de turistas de la temporada anterior, siendo el escenario negativo solo un 30%.
Estas proyecciones nos anticipan que tendremos una temporada compleja, pues sabemos que para muchos servicios turísticos se hace difícil sobrevivir con el 50% de sus ventas, mientras que para otros esta tarea es prácticamente imposible. Por este motivo, se hace urgente generar herramientas para enfrentar las secuelas de la pandemia.
Magallanes/ Patagonia como un destino independiente
Pese a lo dificultoso del panorama, también es importante mencionar otras noticias que nos hacen sentir más optimistas, como por ejemplo, la apertura de fronteras de otros países. Hemos podido observar cómo algunos países europeos, que pasaron por situaciones muy difíciles producto de la crisis sanitaria, hoy se están recuperando y se abren nuevamente al mundo, lo que es fundamental para impulsar la industria turística.
Además, confiamos en que la tendencia de los viajes llegó para quedarse y sabemos que – cuando se logre una relativa normalidad- existirán personas dispuestas a venir a conocer las maravillas de nuestra región.
No obstante, creemos que es importante no bajar la guardia, pues en Chile todavía la situación es compleja y existe el riesgo de que, si no se logra controlar pronto los contagios, el país pueda ser catalogado como inseguro para los turistas. Por esta razón, es fundamental trabajar en las medidas de prevención y también surge la necesidad de adquirir mayor independencia como región.
El posicionamiento que la Patagonia ha tenido a lo largo de los años nos permite, en la actualidad, vendernos como un destino propio y desmarcarnos en cierta medida del resto del país. Por lo anterior, consideramos que potenciar este aspecto podría incentivar a muchos a retomar sus viajes a Magallanes, incluso en el supuesto de que la situación no esté totalmente controlada a nivel nacional.
Debemos dar certezas: Es momento de poner una fecha Meta de apertura del turismo en Magallanes.
Como Asociación hemos insistido varias veces en la importancia de dar un mensaje claro y potente a los turistas para entregarles ciertas garantías de seguridad frente a su eventual paso por la región. En ese sentido, reiteramos el llamado a bajar los riesgos, asegurar el cumplimiento de los protocolos y demostrar que Magallanes está preparado para recibir a turistas en este escenario. Para esto, es fundamental que actores públicos y privados trabajemos unidos y fijemos una meta en común.
Una medida que proponemos es comenzar a hablar de fechas concretas de reapertura. Antes de ahondar más en esta temática, debemos aclarar que sabemos que la evolución de la situación actual es impredecible y nadie tiene un control sobre ella; no obstante, esto no quita que podamos dar una señal de voluntad al mercado. Como HYST consideramos que entregar una fecha ayudaría a reactivar la industria y a avanzar en pasos más precisos para enfrentar la problemática actual.
Hasta el momento hemos participado en innumerables conferencias virtuales, las que nos han ayudado a conocer el escenario al que nos enfrentamos. Sin embargo, hoy la gente quiere trabajar o, al menos, tener una meta sobre la cual poder programarse y prepararse. Tenemos la convicción de que ahora debemos tomar acciones más concretas -como la mencionada anteriormente- que nos permitan estar preparados para recibir a los visitantes en nuestros diversos servicios turísticos. Es una fecha meta, que permita a los productos turísticos prepararse, pero lo más importante, permite a todos avanzar hacia un fin común, dar fechas concretas y estar preparados.
Siguiendo en esa línea, y considerando que el Presidente decretó estado de excepción por tres meses más, vemos que una fecha posible podría ser el 1 de octubre, para dar una señal a Chile y al mundo. La fecha también coincide con el inicio normal de nuestras temporadas, por lo que nos parece que sería un momento ideal para retornar, teniendo siempre en cuenta que frente a cualquier complicación está la posibilidad de aplazar la fecha.
Disminuir riesgos y garantizar un destino seguro: Test Rápidos para todos los que entran a Magallanes
Otra medida concreta que estimamos necesaria es la que recientemente propuso el presidente del Consejo Regional de Magallanes (Core), Alejandro Kusanovic, de asegurarnos de que todos los turistas que lleguen a la región se hayan realizado previamente el test del Covid. Pese a que sabemos que las pruebas de detección tienen un porcentaje de error, de igual manera, esta acción ayudará considerablemente a disminuir la posibilidad de tener nuevos casos.
Esta medida no significa relajarse luego de que los turistas ingresen a la región, sino que, por el contrario, lo que se pretende es marcar un precedente desde la entrada de los visitantes y mantener una serie de estrictos protocolos que velen por la seguridad de quienes eligen Magallanes como destino. Si los turistas ven a Magallanes tomando acciones concretas, será un gran incentivo para preferirnos versus otros destinos del mundo.
Cabe destacar que consideramos que esta acción de Test Rápido es simbólica y efectiva a la vez, además de eficiente. ¿Por qué eficiente? Primero, porque es completamente factible que sea el turista quien asuma los 7 mil pesos (aprox) que cuesta el test y no el gobierno regional. Segundo, absolutamente nadie dejará de venir porque tiene ese costo adicional, sino todo lo contrario, puede que nos prefieran por las medidas de seguridad de la región. Tercero, el costo para el gobierno regional sería la coordinación y gestión para tomar los test rápidos, lo cual posiblemente será mucho más económico que lidiar con rebrotes futuros, considerando no solo los riesgos de salud a la población, sino también el riesgo de imagen que significa abrir y que comencemos a tener brotes en hoteles, restaurantes etc. Disminuir el riesgo al máximo es una buena estrategia y eso se podría lograr, en gran medida, tomando test rápido en fronteras y aeropuertos (incluso antes de embarcarse en Stgo).
Como HYST seguiremos ideando estrategias para reactivar la industria turística y posicionarnos nuevamente como un destino seguro y confiable, a pesar del contexto adverso que hoy en día enfrentamos.