Estamos a solo horas de concretarse el momento en el cual, la ciudadanía define el proyecto de País que se implementará en los próximos 4 años.
Estamos a solo horas de concretarse el momento en el cual, la ciudadanía define el proyecto de País que se implementará en los próximos 4 años.
Ante esta situación, me gustaría, aunque parezca algo ingenuo, la eventual lectura de esta columna por los candidatos Sebastián Piñera y Alejandro Guillier; para empoderarlos respecto al turismo. Ambos han presentado diferencias en la visión política de Chile, con agendas y propuestas también distintas, hasta datos estadísticos con interpretaciones variadas. Sin embargo, en sus escasos puntos de coincidencia, destaco como vislumbran en el turismo, un eje estratégico de desarrollo económico sustentable en el país.
Esta es una apuesta bastante segura, ya que se estima que la contribución total de la industria de viajes y turismo al PIB aumente en un 2,7% anual durante los próximos 10 años; representando así un 10,4% del PIB el 2027.
Sin embargo, para consolidar o mejorar estas proyecciones, el próximo gobierno debe comprometerse en impulsar políticas públicas, implementar estrategias e incorporar a líderes expertos en los cargos públicos vinculados con el turismo; ya que el desafío que se avecina es enorme. Por ejemplo:
La obtención por segundo año consecutivo de la distinción de Chile como el mejor destino en turismo aventura, más que un logro, es un desafío. El 50% de los turistas extranjeros, que ahora verán aumentadas sus expectativas, eligen a nuestro país por sus atractivos naturales; o en otras palabras, por lo que ofrecen sus Áreas Silvestres protegidas. Sin embargo, el presupuesto para el manejo de las mismas, continúa disminuyendo año a año. Es incoherente perseverar en el desarrollo turístico en base a nuestro principal atributo (naturaleza) si el Estado no se compromete con los Parques Nacionales. Más inversión, más presupuesto para gastos operacionales, debe ser la consigna.
El ingreso masivo de turistas de Argentina y Brasil en los últimos años, se debe a una situación coyuntural momentánea, que ya está cambiando. El gobierno argentino está disminuyendo paulatinamente los impuestos a la importación de productos, aumentando la competitividad de nuestro país vecino en el turismo de shopping. Esto puede resultar en un decrecimiento muy significativo en las llegadas de turistas actualmente seducidos por los bajos precios de los productos en Chile. Se deben diseñar e implementar programas de turismo inteligente, enfocándose en los atributos permanentes de Chile: su naturaleza, su cultura, su biodiversidad; en los segmentos con mayor proyección.
Fomentar la materialización de Gobernanzas regionales y locales en el turismo. La industria es muy transversal, con alcance de acción en varios sectores; por lo que es necesario llegar a consensos locales para definir las estrategias de desarrollo a largo plazo del turismo en la regiones, por quienes habitan y trabajan en las mismas; independiente del gobierno de turno. Cambios en 180 grados en la dirección turística de un gobierno con otro; no permite un crecimiento turístico orgánico. Poder para las regiones en su toma de decisiones.
Candidatos, el turismo es una industria no extractiva, de las que mejor reasigna recursos generados en su cadena de valor, democratiza el conocimiento y es llamada a ser la principal herramienta para la conservación de diferentes atractivos. Su principal activo son las bellezas paisajísticas, la cultura del lugar y su biodiversidad; la que debe perdurar en el tiempo para la sustentabilidad del turismo. Apuesten por turismo.
Víctor Fernández Salinas
Gerente de la Asociación Gremial de Hoteles y Servicios Turísticos de Torres del Paine (HYST)